Instituto Bonaerense de Estudios Políticos y Económicos

"SABER PARA DEFENDER"

El IBEPE constituye una herramienta imprescindible en la construcción de espacios para quienes entendemos que la distribución del conocimiento equivale a la igualdad de opotunidades en materia de formación política, el objetivo de las actividades del Instituto es la profundización del análisis del proceso iniciado el 25 de mayo de 2003 aportando de esta manera a su consolidación en la Provincia de Buenos Aires.

domingo, 30 de mayo de 2010

NEGOCIOS INTERNACIONALES: DEL IDILIO DEL “LIBRE COMERCIO” AL REALISMO PRODUCTIVO ACTUAL.

Por Lisandro Mogliati

En estos días han corrido como reguero de pólvora, las noticias acerca de las acciones emprendidas, en el marco de la política comercial argentina, por ciertas medidas impuestas a las importaciones de productos, en particular al sector de los alimentos y que ha recibido fuertes críticas de algunos sectores, tildando al gobierno de practicar un “proteccionismo peligroso”, que atenta contra la fluidez de las relaciones comerciales de nuestro país, en especial con su socio estratégico del MERCOSUR, Brasil.


Algunos de los productos sujetos a una verificación adicional por parte de los organismos argentinos de contralor sanitario, el ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología) y el INAL (Instituto Nacional de la Alimentación), son las bebidas con y sin alcohol, algunas aceites, café, te, yerba mate y la carne de cerdo, entre otras posiciones arancelarias alcanzadas por estos controles, que representarían barreras no arancelarias al comercio recíproco con Brasil.


Las reacciones más férreas y sorprendente acerca de estas medidas, que podría aplicar el gobierno nacional, no vienen curiosamente desde Brasil (más allá de las declaraciones puntuales del Ministro brasileño Amorín y de la reunión mantenida entra Cristina Kirchner y Lula Da Silva), sino que provienen de algunos connacionales, analista económicos ellos, que conservan aún el romanticismo de los ´90, de la apertura indiscriminada y del libre juego internacional de la oferta y la demanda de productos.


Estos defensores a ultranza de un modelo que resultó caótico para la producción nacional, vuelven al tapete con la frustrada teoría de David Ricardo, sobre las “ventajas comparativas”, aconsejando que debemos producir y exportar sólo aquello en lo que seamos “competitivos”, e importar productos elaborados en otras latitudes, que a juicio de estos analistas, tienen “ventajas comparativas” en la producción de ciertos productos exportables.


Lo que omiten mencionar en su análisis estos paladines del “libre comercio”, es que los países, en sus políticas comerciales, son liberales únicamente cuando negocian el acceso a los mercados para sus productos, incluso Brasil, socio primario de Argentina en la aventura del MERCOSUR.


La Unión Europea, a través de sus organismos comunitarios de contralor sanitario, que “velan por los derechos de los consumidores europeos”, torna a veces inaccesible el ingreso de productos alimenticios a los países de U.E, y de hecho la posibilidad de exportar a la Comunidad Europea se hará aún más enmarañada en este contexto de crisis, donde Europa sumida en una profunda recesión, saldrá a venderle al mundo sus productos, con un euro debilitado e internacionalmente más competitivo en sus términos de intercambio.


EE.UU y las regulaciones de la FDA (Food and Drugs Administration), son un duro escollo a sortear por parte de los exportadores mundiales de alimentos, la Nación “abanderada del libre comercio”, se erige en un “perro de presa” a la hora de permitir el acceso a su mercado a los productos extranjeros, es especial a los países del “Sur”, conformando una verdadera muralla al comercio, cuando de importar se trata.


Es cierto que todos los países miembros de la OMC se han comprometido a tender a una liberación progresiva del comercio mundial, a evitar la imposición de barreras arancelarias y no arancelarias, y similares compromisos han asumido en el seno del G -20, del cual Argentina es miembro.


Pero quienes conocemos los foros internacionales en materia de comercio mundial, sabemos diferenciar entre lo que son las buenas intenciones, las expresiones de deseo y la realidad del comercio internacional y la búsqueda que cada país debe hacer en beneficio de sus productos, sus empresas y preservando principalmente sus fuentes de trabajo.


Seguramente habrá mucha tela por cortar y daremos paso a un análisis más profundo de la relación bilateral y en el marco del MERCOSUR de Argentina y Brasil, no sin antes ratificar los conceptos de este apartado, donde queremos dejar sentado que el “libre comercio” no es una realidad practicada internacionalmente y que sin que debamos hacer apología de un “desarrollo hacia dentro”, debemos ser cautos e inteligentes a la hora de la estrategia comercial y productiva.-

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